Opinión sobre ChatGPT y el avance de la Inteligencia Artificial

Experticia y versiones especializadas

Es fundamental avanzar hacia versiones más especializadas de ChatGPT, como aquellas enfocadas en áreas específicas como medicina, derecho o educación, ya que de lo contrario, su uso puede volverse inconsistente y las respuestas, demasiado generales o incluso erróneas. La democratización de esta herramienta también debe ser un objetivo importante. A pesar de su gran potencial, actualmente presenta una barrera inicial significativa: requiere un smartphone y acceso a internet. Además, es probable que estas aplicaciones, que ahora son gratuitas, se vuelvan de pago en pocos años, debido a los altos costos de mantenimiento y las tendencias del mercado. Esto podría dejar a millones de personas fuera de su alcance, lo que es preocupante, ya que la IA tiene el potencial de mejorar la vida de muchas personas. Otro problema que debemos enfrentar con responsabilidad es la posible pérdida de empleos debido a la automatización de tareas simples que antes realizaban seres humanos. La capacidad de adaptación de las personas será clave para afrontar estos cambios de la mejor manera posible.

¿Por qué cuesta tanto adoptar ChatGPT en la vida diaria?

Cuando ChatGPT llegó al público, debo admitir que mi primera impresión no fue muy positiva. Al probar la versión 2, me pareció poco emocionante. Las respuestas eran genéricas, imprecisas y carecían de naturalidad. En resumen, no me convenció. La aplicación estaba limitada, era lenta y no permitía hacer gran cosa. Honestamente, en ese momento parecía más un algoritmo avanzado de respuestas automatizadas que una inteligencia artificial.

Sin embargo, el tiempo pasó, y dejé de usar ChatGPT hasta que salió la versión GPT-3.5, que ofrecía mejoras importantes en la calidad de las respuestas y en la velocidad del procesamiento, haciendo que la experiencia de uso fuera mucho más satisfactoria. Esta nueva versión incrementó la capacidad de procesamiento, permitiendo textos más largos y respuestas más complejas. Aunque aún enfrentaba dificultades con razonamientos profundos y largos diálogos, al menos ya no resultaba tan genérica. Las respuestas eran más concisas y coherentes, aunque no del todo personalizadas.

Aun así, noté que para muchos usuarios, ChatGPT seguía siendo una herramienta algo limitada. En la vida cotidiana, la mayoría prefiere usar Google para consultas rápidas. Además, la falta de memoria de GPT-3.5 complicaba las conversaciones prolongadas, lo que a veces resultaba en respuestas incoherentes o delirantes cuando no tenía la información necesaria. Esto me llevó a usarla principalmente para consultas informativas simples, como explicaciones, redacción de correos o datos históricos. Sin embargo, no lograba ver cómo esta tecnología podría ayudar a aquellos menos familiarizados con la tecnología, ya que aún se sentía más como una gran biblioteca digital que como una herramienta verdaderamente útil.

Hola Mundo

El avance de las imágenes con IA

Con el tiempo, la inteligencia artificial comenzó a crear imágenes, e incluso pequeños videos de unos pocos segundos. Probé aplicaciones como Leonardo.ai, pero los resultados iniciales no eran del todo satisfactorios: imágenes deformes, de baja calidad, y con fallos evidentes, especialmente en la anatomía de las manos. Generar buenos prompts requería cierta habilidad, lo que limitaba su facilidad de uso. Aunque era entretenido jugar con avatares y modificar imágenes, su utilidad era bastante reducida, más allá de algunas personas con intereses específicos.

Estas primeras versiones de IA de imágenes estaban muy limitadas en cuanto a cantidad y calidad, y los problemas con la anatomía humana persistían. Si bien la creación de paisajes y personajes en 3D era impresionante, replicar fotografías humanas seguía siendo todo un reto. Hoy en día, aunque se han mejorado estos aspectos, aún hay dificultades por resolver en esta área.

Democratizando la inteligencia artificial

Con el avance de estas tecnologías, otras compañías como Google, Meta, Microsoft y X (anteriormente Twitter) lanzaron sus propias versiones de IA. Google se enfoca en integrar la IA con sus servicios como Google Workspace, Meta busca mejorar la interacción en redes sociales, Microsoft se centra en herramientas de productividad y X apunta a mejorar la comunicación en su plataforma. Aunque todas comparten similitudes, cada una tiene su propio enfoque, lo que las convierte en herramientas complementarias dependiendo de la tarea que se quiera realizar. Sin embargo, veo un problema común en todas ellas: muchas están comenzando a cobrar por su uso, algo comprensible debido a los altos costos que implica mantener estas tecnologías, pero que plantea desafíos en cuanto a su accesibilidad masiva.

Opinión sobre ChatGPT

Mi primer contacto con ChatGPT-2 no fue impresionante. Las respuestas eran genéricas y robóticas, y la herramienta no parecía muy útil. Pero con la llegada de GPT-3.5, la historia cambió. Aunque aún faltaba pulir algunos aspectos, como la capacidad para manejar diálogos complejos o proporcionar respuestas más personalizadas, ya comenzaba a ser una herramienta más versátil y rápida que Google para ciertas tareas como la investigación y el aprendizaje.

El verdadero cambio llegó con ChatGPT-4. Esta versión mejoró mucho mi experiencia debido a varias mejoras clave, como la capacidad de comprender mejor el contexto, generar respuestas más detalladas y precisas, y mantener conversaciones más coherentes en diálogos prolongados. Además, la integración de funciones multimodales, como la posibilidad de interactuar con texto, audio e imágenes, hizo que la herramienta fuera mucho más útil. La posibilidad de interactuar no solo con texto, sino también con audio e imágenes, le dio una nueva dimensión a la IA. Las respuestas son mucho más naturales y coherentes, y la incorporación de memoria y la capacidad de personalización mediante prompts específicos han hecho que esta herramienta cumpla con mis expectativas. Ahora sí puedo verla como algo más que una simple herramienta de consulta; tiene el potencial de convertirse en un asistente personal muy útil.

Uno de los mayores desafíos, sin embargo, es la percepción pública. A pesar de los avances, muchas personas todavía ven a ChatGPT como una herramienta limitada para hacer consultas o tareas simples. Esto es un error. Esta tecnología tiene un gran potencial, pero muchas personas son reacias a explorar todas sus capacidades. Por eso, me he propuesto ayudar a otros a entender y adoptar esta tecnología, ya que mi experiencia personal ha demostrado que su evolución ha sido impresionante.

Ventajas de usar ChatGPT

Una de las grandes ventajas que encontré es que, más allá de la velocidad en el acceso a la información, la herramienta ha ganado en precisión y personalización. En versiones anteriores, las respuestas eran genéricas y la falta de memoria dificultaba el manejo de grandes cantidades de texto. Hoy, con GPT-4, podemos personalizar al asistente para que se ajuste a nuestras necesidades específicas. Desde la automatización de tareas hasta la creación de contenido multimedia, las posibilidades son casi infinitas.

ChatGPT se ha convertido en un aliado imprescindible para quienes trabajamos en áreas como informática, marketing, ciencia de datos, y muchos otros campos. Cada día descubro nuevas maneras de aplicar esta tecnología, que al principio parecía ser solo una biblioteca de consultas, pero que ahora actúa como un asistente personalizado, lo que es realmente emocionante.

Impacto social de la IA en el futuro

No todo es perfecto en la inteligencia artificial. Uno de los problemas más notables es la falsa sensación de autonomía que puede generar. Algunas personas confían ciegamente en las respuestas de ChatGPT, creyendo que siempre son correctas, cuando en realidad la IA puede cometer errores. La falta de verificación y la proliferación de contenido generado automáticamente pueden llenar internet de información poco precisa, dificultando el acceso a datos confiables.

Además, aunque interactuar con una IA parece fácil, obtener la respuesta deseada puede ser complicado. Se requiere cierto nivel de conocimiento para aprovechar al máximo estas herramientas, lo que podría excluir a muchos usuarios. Y esto nos lleva a otro punto crítico: la democratización de la IA. El acceso a estas tecnologías requiere, al menos, un smartphone y conexión a internet, lo que deja fuera a millones de personas. A medida que estas aplicaciones se vuelvan de pago, la barrera de acceso se hará más evidente, afectando especialmente a quienes más podrían beneficiarse de ellas.

Por último, la automatización impulsada por IA también podría traer consecuencias negativas, como la pérdida de empleo en tareas simples que antes realizaban personas, como la entrada de datos, atención al cliente básica o tareas de manufactura repetitivas. Esto es algo que debemos abordar con responsabilidad, ya que la capacidad de adaptación de la sociedad será clave para enfrentar estos cambios.

Conclusión

ChatGPT ha recorrido un largo camino desde sus primeras versiones, pasando de ser una herramienta limitada y genérica a un verdadero asistente inteligente con un amplio rango de aplicaciones. Si bien aún existen desafíos en cuanto a su accesibilidad y democratización, no cabe duda de que la IA está transformando la forma en que trabajamos e interactuamos con la tecnología.

¿Qué opinas tú sobre ChatGPT? ¿Crees que se convertirá en una herramienta fundamental en la vida cotidiana? Déjanos tu comentario y comparte tus experiencias. ¡Nos encantaría conocer tu opinión!

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